¿Por qué se amarillean algunos platos de ducha de resinas? Esta es la pregunta clave que se están cuestionando mucho últimamente los usuarios antes de realizar una compra; por esa razón muchos de ellos nos piden asesoramiento a la hora de comprar un plato de ducha hecho con resinas y cargas minerales.
El principal problema que hemos detectado desde nuestra experiencia, es que hubo una temporada que algunas empresas fabricaban sus platos con laca de poliuretano de baja calidad, este proceso disminuía el coste de producción y generaba más beneficio; aunque algunas fábricas argumentaban que el cambio del material no se debía principalmente a la reducción del precio, sino a la mejora de la capa superficial, ya que según los fabricantes de platos de ducha de resina los ensayos realizados sobre esta capa ofrecía mejores resultados ante las pruebas de durabilidad y resistencia del recubrimiento. Sin embargo no se había tenido en cuenta que ante productos abrasivos la laca de poliuretano se acaba amarilleando. Este problema detectado en varios fabricantes ha hecho que ante esta situación los fabricantes actúen de dos maneras: por una parte si siguen fabricando los platos de ducha acabados con poliuretano le incorporen uno de mayor calidad que no genere problemas con el paso del tiempo y acabe amarillo en vez de transparente y por otra parte es producir los platos con recubrimiento de gel coat, de esta forma no se amarillean los platos, ya que el gel coat es un material altamente resistente que se utiliza para recubrir la capa de pintura de los barcos.
En la siguiente imagen podéis ver el resultado al que sometimos al limpiar con lejía un plato recubierto de poliuretano.
La causa de que se amarillean no ocurre al poco tiempo, sino suele ocurrir principalmente al limpiarlo con algún producto de limpieza que es muy fuerte tipo la lejia o similar, al incorporar este producto sobre el plato es posible que pierda la capa superficial del brillo de la laca y se acabe amarilleando. Por lo tanto, no es un factor del tiempo como tal, sino que es el desgaste y la aplicación de algún producto que no soporta bien la reacción con el poliuretano.
Por estas razones algunas personas antes de iniciar la reforma de su cuarto de baño piensan en cambiar su bañera por un plato, pero en ocasiones deciden incorporar un plato acrílico o de cerámica antes de comprar un buen plato de carga mineral. Nuestro consejo como profesionales es el siguiente:
- Comprar los platos de ducha que tengan certificado de un organismo acreditado como es ITC, AIDIMME AIMPLAS o similar.
- Que el plato esté recubierto con gel coat, ya que el gel coat no amarillea o por lo menos bajo nuestra experiencia que hemos vendido más de 5.000 platos de ducha no se nos ha amarilleado ninguno.
- Solicitar que os demuestren que el plato ha superado los ensayos de resistencia a agentes químicos y manchas, esta es la clave, ya que si lo ha superado no tendría porque dar problemas de velado.
- Es importante que el plato esté fabricado en España, ya que los platos de importación están generando algunos problemas con el paso del tiempo.
- Que el fabricante aporte garantía sobre el producto y la empresa que lo comercializa os aporte seriedad y profesionalidad, para que en el caso de que ocurra algo lo puedan solucionar lo antes posible.
Conclusión; si vais a cambiar un plato de ducha de resina y tenéis miedo que se pueda amarillear o que pierda el aspecto y se tenga que blanquear, la opción no es comprar uno acrílico o cerámico, sino comprar uno que esté recubierto de Gel Coat.