Una ducha higiénica para inodoro es un grifo que va empotrado o colocado en la pared junto al inodoro y que evita tener que disponer de un bidet, además de poder servir tanto para higiene personal como para la del inodoro.

Se trata de un grifo que puede funcionar tanto con agua caliente como fría, es práctico, cómodo, sencillo y está disponible en todo tipo de colores y acabados, desde el clásico cromado, a colores blanco, negro, oro cepillado y oro rosa.

Es una gran alternativa al bidet, sobre todo en baños pequeños, donde por razones de espacio, no se puede instalar un bidet, también por presupuesto, ya que el grifo es una solución económica e igual de higiénica, siendo mucho más práctico.

La colocación es muy rápida y sencilla, puede ir empotrado a pared, algunos modelos pueden ir conectados a la cisterna, se trata de dos tipos de colocación diferentes, que dependerán de nuestras necesidades y del modelo de grifo escogido.

El diseño del grifo puede ser redondo o cuadrado, llevan un pomo que permite regular la cantidad de agua o el flujo y para elegir entre agua caliente o fría, por lo que además de la colocación, el uso del grifo también es muy sencillo.

Ventajas de una ducha higiénica para inodoro

La principal ventaja de una ducha higiénica para inodoro es poder prescindir de un bidet, evitando el gasto y obra de su instalación y ofreciendo una alternativa mucho más práctica y sencilla, además de económica.

Son fáciles de colocar e instalar, pudiendo ser empotrados a pared o colocarse en la cisterna del inodoro, dependiendo de si queremos o no agua caliente elegiremos un tipo de instalación u otra.

Están disponibles en una gran variedad de colores y acabados, para que podamos combinarlos con el resto del baño, siendo un accesorio imprescindible y que ahora está muy de moda.

Permiten una higiene personal e íntima mucho más cómoda y rápida que un bidet, el agua no salpica si se utiliza correctamente y también sirve para limpiar el inodoro, mejor que la escobilla.

Ocupan muy poco espacio, son colocadas en la pared junto al inodoro, son discretos y quedan genial si los elegimos a conjunto con el resto de la grifería del baño, creando un bonito y elegante conjunto de baño.

Su uso es muy sencillo, pueden usarlo niños, personas mayores y es muy útil si queremos instalar un bidet, pero, el espacio del baño o presupuesto no nos lo permiten.

¿Qué es mejor un bidet o una ducha higiénica?

Una ducha higiénica es mejor si no tenemos espacio para instalar un bidet, pero, queremos disfrutar de uno en el baño, siendo la alternativa y solución perfecta en estos casos, ahorrando espacio en el baño.

La instalación es muy sencilla y rápida, por lo que ahorraremos dinero y tiempo en la instalación y compra de un bidé, además de la obra para instalarlo.

Es muy práctico y cómodo, permite usarse en el propio inodoro, sin tener que moverse, por lo que también es un accesorio ideal para personas con movilidad reducida.

Permite limpiar el inodoro por dentro, facilitando la limpieza, lo que también supone un punto a favor de la ducha higiénica.

Si estamos acostumbrados al uso de un bidé, tenemos espacio disponible en el baño y la instalación entra dentro de nuestro presupuesto, entonces es más recomendable el bidé, si por lo que sea no se puede el grifo es una excelente opción.

Todo dependerá de nuestras necesidades, gustos y presupuesto, eligiendo siempre la opción que más cómoda y práctica nos resulte y que más vaya a facilitar o hacer más cómodo nuestro aseo y el del baño.

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