Cada vez es más la gente que cuando decide hacer un cambio en el cuarto de baño optan por ponerse una ducha, a la hora de elegir el plato de ducha elegiremos entre uno estándar o un plato de obra.

Gracias a una ducha conseguiremos ahorrar agua, mayor seguridad y accesibilidad, tanto para niños, personas mayores o con movilidad reducida, además de ganar amplitud en el espacio y el diseño del cuarto de baño.

El primer paso cuando vamos a instalar una ducha o cambiarla por una bañera es tomar medidas y elegir el plato de ducha que mejor se adapte a nuestras necesidades, gustos y bolsillo.

Una vez elegido el plato elegiremos la mampara de ducha, para elegirlo correctamente a continuación os contamos las ventajas e inconvenientes de los platos de obra y estándar:

¿Plato de ducha o plato de obra, ¿Cuál elijo?

 

Plato de ducha

Un plato de ducha puede ser fabricado en resina o carga mineral, acrílico o pizarra, piedra, diferentes tipos de materiales , teniendo en cuenta el uso que vayamos a dar al plato antes de elegirlo.

Los platos estándar se adaptan perfectamente a cualquier espacio o hueco de la ducha, pueden ser de una gran variedad de estilos, diseños y acabados, pudiendo personalizarlo a nuestro estilo.

Son platos de buena calidad y una gran resistencia, dependiendo del material escogido tendrán unas características, nivel de antideslizamiento y propiedades.

Una de las principales ventajas es que al tratarse de un plato de ducha estándar, ya fabricado, el plato de ducha es más económico.

La instalación será mucho más rápida, por lo que al instalar o colocar el plato también ahorraremos tiempo y dinero.

Otra de las ventajas es que al estar ya fabricado es más fácil poder adaptarlo mejor al hueco, evitando filtraciones de agua y humedad.

Los platos de ducha estándar pueden ser de diferentes materiales, acrílico, cerámico, carga mineral (resina) y piedra natural, siendo muy personalizables en material, acabado y color del plato.

Por otro lado, la instalación de un plato de ducha puede tener inconvenientes como que al tener unas medidas estándar, a pesar de que se pueda cortar a medida dependiendo del modelo, no siempre se puede ajustar al lugar deseado.

Otro inconveniente es que el plato de ducha puede presentar defectos desde el proceso de su fabricación y que no dure tanto como se esperaba.

Plato de obra

Un plato de obra es una opción buenísima cuando queremos un diseño o un tipo de plato de ducha muy específico, debemos tener en cuenta que el precio siempre será algo más elevado que en un plato de ducha estándar.

 

La principal ventaja es que al estar hecha a medida se puede ajustar perfectamente a las necesidades que requiera el espacio. Esto puede ser fundamental en cuartos de baño que son reducidos porque de esta manera se puede optimizar bien el lugar.

El diseño también es importante. Con el plato de obra los diseños pueden ser ilimitados, se puede escoger el material que se va a utilizar para realizarla, si se quiere a ras del suelo o no, incluir un asiento en la ducha, dejar el espacio abierto o ponerle paredes.

Pero también tiene sus inconvenientes. Al tratarse de una obra, a medida y personalizable, el presupuesto incrementará así como el tiempo empleado para realizar la obra.

Además, una mala ejecución de la obra puede fastidiar todo. Ya que previamente a la creación del plato, se necesita adecuar el espacio realizando una impermeabilización, colocar el desagüe apropiado y nivelar el suelo para así evitar humedades y otros problemas. Es por ello que la obra ha de ser hecha por profesionales.

¿Ya tienes claro qué plato de ducha necesitas?, ¿sigues teniendo dudas?, contacta con nosotros y te ayudaremos, asesoraremos para elegir y encontrar el plato que buscas y al mejor precio.