Muebles de baño suspendidos o con patas, ¿Cuál es mejor?

muebles de baño suspendidos

Los muebles de baño suspendidos son una opción buenísima cuando queremos aprovechar mejor el espacio del baño o darle sensación de una mayor amplitud, el mueble suspendido es práctico y muy cómodo.

Su colocación es a pared, es decir, el mueble va fijado a la pared, quedando espacio por debajo para poder limpiar, son muebles de estilo más actual, moderno, aunque los hay en gran variedad de diseños y tamaños.

Un mueble de baño suspendido podemos encontrarlo en diferentes tamaños, con fondo reducido (menos 45 cm) o estándar y en todo tipo de colores y acabados, eligiendo a juego con el resto del baño o decoración.

Son un mueble con colocación rápida y sencilla, por lo cual su instalación no debe preocuparnos, también facilitan la limpieza del baño, son cómodos y lo mejor de todo quedan genial.

También hay modelos de muebles de baño que nos ofrecen ambas opciones, mismo mueble pero en colocación suspendida o con patas, por lo que si el modelo te gusta tienes ambas opciones para elegir.

A diferencia de los suspendidos, los muebles con patas van a suelo, son de estilo más clásico, pudiendo disponer de algo más de espacio, ya que al tener apoyo en suelo pueden pesar más y ofrecer más capacidad de almacenamiento.

¿Muebles de baño suspendidos o con patas?

A la hora de elegir entre un mueble de baño suspendido o con patas, tendremos muy en cuenta nuestras necesidades, espacio disponible y sobre todo el presupuesto, a continuación os contamos las claves para elegirlos:

  1. Espacio disponible

El espacio disponible en el baño es el punto más importante para elegir el mueble correctamente, los muebles de baño suspendidos siempre ocupan menos espacio que un mueble con patas.

Crean una mayor sensación de amplitud, el baño parece mucho más espacioso, siendo los muebles suspendidos ideales para baños pequeños o con espacio más limitado.

En cambio si tenemos un baño grande, con suficiente capacidad y queremos un mueble de tres o cuatro cajones, uno con patas será el más apropiado.

Los muebles con patas al ir a suelo pueden tener más cajones o capacidad de almacenaje, pesan más y no hay peligro de que la pared se descuelgue.

2. Comodidad y seguridad

Si tenemos niños en casa hay riesgo de que puedan colgarse del mueble, provocando su caída, por lo que en este caso son más recomendables los muebles a suelo.

Por comodidad un mueble suspendido es la mejor opción ya que a la hora de limpiar nos permite barrer y fregar en el suelo, facilitando la limpieza del baño.

3. Lavabos de doble seno

Lo tienes claro, buscas un mueble con lavabo doble o de doble seno, en este caso tendremos en cuenta el espacio del baño.

Un mueble con patas ocupa más espacio y más todavía con dos lavabos, si el baño es más grande puede ser con patas, si no será suspendido.

4. Estilo del mueble

Un mueble suspendido siempre será de estilo más moderno o actual que uno con patas.

Los muebles con patas son mucho más clásicos, para baños rústicos, más convencionales, vintage, etc.

4. Presupuesto

En lo que al precio se refiere ambos muebles, tanto suspendidos como con patas tienen un precio similar, sin embargo, los suspendidos son algo más económicos.

Por lo que el precio no debe preocuparnos, debemos tener en cuenta lo anterior y elegir siempre pensando en ofrecer la opción más práctica y que mejor se adapte a nuestro estilo y necesidades.

¿Necesitas un mueble de baño suspendido o con patas?, en Asealia disponemos de gran variedad de modelos, todo tipo de tamaños, estilos y con diferentes precios, contacta con nosotros e infórmate.

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