Como hemos comentado en varias ocasiones, las mamparas de ducha y baño han cogido mucho protagonismo en los cuartos de baño. Hoy en día, apenas se ve un cuarto de baño sin una mampara, ya que son muy operativas y muy prácticas. Poner una mampara en la ducha ofrece múltiples ventajas, principalmente por la comodidad y la seguridad que te dan sobre otros sistemas para retener el agua y ducharte tranquilamente. Colocar una mampara hoy en día, hace que sea una elección muy acertada, además que debido a los precios tan económicos que hay en la actualidad se amortiza bastante rápido, gracias a que su vida útil es muy larga.
Ahora bien, igual que ocurre con otros elementos de una casa, las mamparas de baño también se ensucian con el uso de las mismas; además el agua de la ducha suele contener cloro y cal y puede acabar deteriorándola hasta el punto de tener que cambiarla. Por esa razón, limpiar una mampara de baño se convierte en algo imprescindible.
¡A limpiar se ha dicho!
Cuando se tiene una mampara de baño en una casa hay que preguntarse cuál es el uso que se le da. Si te duchas a diario con ella, si sois toda la familia la que se ducha, si sólo lo haces 2-3 veces a la semana… Todo eso hará que la limpieza deba ser más o menos asidua y de cada cuanto tiempo se duchen.
En general, deberías limpiar el baño de forma diaria para evitar contagios e infecciones pero, a conciencia, y hablamos ya de la mampara de ducha, ésta debería limpiarse al menos una vez a la semana para evitar que las gotas de agua que se secan en el cristal lleguen a quedarse permanentemente. Una opción sino te gusta limpiar las mamparas de baño es comprar una mampara con tratamiento antical, esta opción hace que las gotas no se queden en la mampara y se deslicen hasta caer en el plato de ducha o en la bañera.
Para limpiarlas, lo mejor es comprar algún producto que vendan en el supermercado aunque, si prefieres un producto natural, lo puedes hacer. Lo único que necesitas es vinagre blanco y agua caliente, a partes iguales. El vinagre actúa sobre la cal y la suciedad, además de eliminar bacterias e infecciones, consiguiendo buenos resultados. Eso sí, es habitual que huela mucho a vinagre por lo que has de dejarla abierta para que se airee o incluso utilizar en la mezcla alguna esencia de flores para camuflar el olor.
Otra opción es usar amoniaco para limpiar (rebajado con agua). Según la cal que tenga la mampara, puedes usarlo más o menos puro, eso sí, protegiéndote a ti misma a la hora de utilizarlo.
Finalmente, siempre es recomendable tener un paño seco a mano y evitar dejar que el agua que quede se seque por sí sola porque eso sólo generará que se queden gotitas que afeen el aspecto de la mampara de baño.
Seguro que así el aspecto de tu mampara de ducha estará como nuevo por muchos años que tenga.