Los platos de ducha semicirculares deben su nombre a la forma, semicircular, se trata de un plato que da solución a una ducha esquinera o entre dos paredes.
Permiten aprovechar al máximo el espacio y disponer de una ducha incluso en los baños más pequeños o de espacio más limitado o reducido.
Además permiten un gran espacio de paso, ya que las mamparas semicirculares son correderas y ofrecen un espacio de paso confortable y amplio.
Los platos semicirculares pueden ser de resina o bien de carga mineral, ambas, son muy resistentes y ofrecen una gran durabilidad.
Son antideslizantes clase 3, tanto si son de resina como de carga mineral, evitando resbalones y más de un susto a la hora de ducharnos.
Podemos encontrar platos de ducha semicirculares en infinidad de colores, texturas y acabados, permitiendo personalizarlo y conjuntarlo con el estilo de nuestro baño.
La altura puede ser desde 3 cm, además de gran variedad de medidas, desde 70 a incluso 100 cm.
La mampara siempre será semicircular, siendo mamparas de estilo muy elegante y que quedan genial sea cual sea el estilo o apariencia de la ducha o baño.
Instalación de los platos de ducha semicirculares
La instalación recomendamos que la haga siempre un profesional, evitando así problemas a futuro y garantizando la seguridad de nuestra ducha o baño.
Antes de comprar y elegir nuestro plato nos aseguraremos de las medidas, puede ser curva roca o italiana, la roca es de 50 cm de radio, mientras que la italiana de 55 cm.
Para instalar el plato primero se debe nivelar el suelo, aplicando cemento y arena y dejando un hueco central o lateral para colocar la válvula.
Tras una correcta nivelación ya tenemos el suelo preparado para la instalación de nuestro plato semicircular, añadiremos masilla de poliuretano a toda la base y añadimos encima el plato.
Sellaremos bien las juntas del azulejo para evitar que hayan fugas de agua sobre las paredes.
Una vez colocado el plato colocaremos un cartón encima para protegerlo durante la colocación e instalación de nuestra mampara de ducha.
Mantenimiento y limpieza
Su limpieza y mantenimiento son muy sencillos, el plato está fabricado en un material muy resistente.
Lo único que debemos hacer es evitar la lejía y amoniaco y utilizar para limpiarlo jabón neutro y aclararlo con abundante agua.
Así mantendremos siempre limpia y desinfectada la superficie del plato y ducha.
Tanto su mantenimiento como la limpieza del plato son muy sencillas.
En resumen un plato de ducha semicircular siempre es ideal para aprovechar mejor el espacio de un baño, dar más amplitud, siendo una solución a una ducha esquinera o entre dos paredes.
Gracias a su forma son cómodos, evitan tropiezos al pasar y pueden ser arrasados a suelo, mejorando la estética de nuestra ducha y ofreciendo una solución de calidad para largo plazo.
