Consejos para adaptar un baño para personas con movilidad reducida

En casa, seguro que son muchas las personas que utilizan el baño. Sin embargo, es posible que, una o varias de esas personas, sea mayor, o tenga una movilidad reducida que le impida realizar las acciones que otra persona sí podría con total n0rmalidad, más en el baño, el lugar donde más movimientos se hacen y donde, dependiendo de la instalación de los accesorios, podrían requerir ayuda para asearse o mantener la higiene de su cuerpo.

Por eso, ¿y si adaptas un baño a las personas con movilidad reducida? En Asealia hemos querido recopilar los aspectos fundamentales para adaptar un cuarto de baño a personas con movilidad reducidad, ya que cada vez más la sociedad se preocupa por este colectivo de personas y desde nuestra empresa queríamos aportar nuestro granito de arena realizando este post para ayudar a los que más lo necesitan.

Las personas con movilidad reducida tienen la característica de que, bien por su edad, dolencia, enfermedad u otros aspectos, no pueden hacer el mismo uso de las instalaciones (ya sea en el baño o en otra habitación del hogar) como los haría una persona en condiciones normales.

En el caso del cuarto de baño, si necesitáis adaptarlo a personas con movilidad reducida, debéis tener en cuenta lo siguiente:

  • Poner una puerta de baño que sea corredera o que abra hacia afuera. Esto es debido a que, si la persona con movilidad reducida se cae o no puede abrir, nosotros podamos hacerlo ya que, o bien se abre como una cortina, o bien hacia fuera, sin que el cuerpo de esa persona nos impidiera abrirla. Por lo general se suele poner una puerta corredera, pero también existe la opción de poner la puerta hacia fuera.
  • Poner un suelo que sea totalmente antideslizante para impedir caídas o resbalones, ya que tanto las personas con movilidad reducida no suelen tener las mismas facultades que el resto, aunque también estas personas pueden tener riesgo de resbaladicidad.
  • El cuarto de baño tiene que tener al menos 150 cm de diámetro suficiente para que una silla de ruedas gire. Aunque la persona no tenga silla de ruedas, es bueno que se deje ese espacio mínimo para poder maniobrar bien ante cualquier problema de movilidad reducida.
  • No coloquéis los accesorios de baño más allá de 120 cm del suelo. Esto se debe porque es posible que, si va en una silla de ruedas, si lo colocáis los accesorios más altos no va a poder llegar para utilizarlos. Lo mismo ocurre con el lavabo que no debería estar más alto de 80 centímetros.
  • Procurar que la grifería sea de palanca o de presión, no una que suponga el giro de la muñeca ya que será mucho más complicado su uso entre las personas con movilidad reducida o que tengan alguna discapacidad en los brazos o manos.
  • Es mucho más cómodo para este tipo de personas la ducha que la bañera. Con respecto a la ducha, es posible que necesite de la instalación de un asiento por lo que debéis tener en cuenta que ésta será mucho más ancha de lo normal, lo suficiente para colocar un asiento y no sentirse atrapada entre las paredes. También se pueden utilizar mamparas de ducha partidas (es decir, que se abren tanto por abajo como por arriba.
  • Instalar barras de apoyo en zonas estratégicas (como en la ducha o a la salida de la misma) a fin de que pueda apoyarse en ellas la persona que lo necesite.

Accesorios de baños para minusvalidos

Como podéis ver, hay multitud de soluciones  que se pueden dar para adaptar un baño a personas con movilidad reducida, por esta cuestión en ASEALIA hemos querido aportar nuestro granito de arena, ayudando a estas personas que tienen una vida más difícil y más complicada. Si conocéis algún consejo que se nos ha olvidado os invitamos a que lo añadáis en los comentarios, estaremos encantados.